viernes, 11 de octubre de 2024

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A un sacerdote se le ocurrió una forma inusual de despedirse de las parejas casadas. Después de la boda, dijo: “Antes de partir, la novia tiene el gran honor de tocar la campana de la iglesia”. Después de eso, le dio una cuerda gruesa. Tiró con todas sus fuerzas, pero descubrió que no podía mover la pesada lengüeta de la campana. Entonces el ministro sugirió que el novio ayudara a la novia. Juntos tiraron de la cuerda y sonó la campana, avisando a todos que había nacido otra familia. Y el ministro amonestó a los jóvenes: “Cuando vayan por la vida, no olviden nunca que las campanas sonarán sólo si tiran de la cuerda”. autor desconocido buen tema


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